El Flyboard es un tipo de tabla aerodeslizadora que está unida mediante una manguera larga a una moto acuática, la moda de esta temporada en cuanto a deportes extremos se llama Flyboard. Una disciplina que nos permitirá nadar a velocidad por debajo del agua y volar sobre el nivel del mar con la fisonomía de Ironman. Los que lo hacen aseguran con que es una práctica de quince minutos, uno ya está en condiciones de vivir esta atrapante experiencia. Solo se necesita estar en buen estado físico y no tener problemas cardíacos. Una vez subidos a esa tabla a propulsión, emular al millonario de Tony Stark, será de lo más divertido, aunque en la orilla no nos espere Gwyneth Paltrow. Quien sepa manejarlo, podrá estar hasta treinta minutos volando sobre el mar. Hay que vivirlo para contarlo.
La versión más reciente propulsada por aire, logró un récord mundial Guinness para el vuelo más extenso por una aerotabla, algo que motiva cada día más a sus practicantes para seguir cumpliendo sobrepasando este tipo de records.
La ciudad de Cavalaire-sur-Mer (Francia) fue sede de uno de los eventos más espectaculares del mundo registrado este verano.
Un grupo de 58 deportistas establecieron un nuevo récord por la mayor cantidad de personas en realizar Flyboard al mismo tiempo.
Flyboarding se ha convertido en la gran sensación para los amantes de los deportes acuáticos, una disciplina que te permitirá propulsarse debajo del agua y volar hasta 12 metros sobre ella a través de una tabla conectada a una moto acuática.
¿Qué es?
El Flyboard es un nuevo deporte náutico. Una tabla bajo tus pies con dos potentes chorros hacia abajo te permite volar sobre el agua, sumergirte en ella, dar saltos como un delfín y hacer todo tipo de piruetas. Es una sensación increíble, hay que probarlo para entenderlo.
El Flyboard es más fácil de practicar de lo que parece. Todo el mundo consigue volar la primera vez. No requiere fuerza física, sino equilibrio y, sobre todo, estar cómodo jugando en el agua.
Funcionamiento del Flyboard
El funcionamiento del Flyboard es relativamente sencillo. Nos basamos en una moto de agua convencional, que normalmente recoge agua por la proa y, a través de una turbina, la expulsa a gran presión por la popa, impulsando la moto avante. Nosotros conectamos esa salida de agua a una manguera de 20 metros y diámetro similar a las de los bomberos, y llevamos toda esa presión bajo una tabla, dividiendo el flujo de agua entre dos codos de menor sección que lanzan el agua hacia abajo.
Este ingenioso mecanismo permite un gran empuje bajo nuestros pies (controlado por el instructor desde la propia moto acuática), pero también un control relativamente sencillo para mantener el equilibrio, desplazarse, girar, etc.
En modo aprendizaje, el impulso es controlado por un instructor desde la moto acuática para evitar cualquier riesgo. En modo competición, el rider controla el impulso mediante un gatillo en su mano conectado inalámbricamente con la moto acuática.
Aquí una muestra de lo que nos dejó este increíble record y de lo apasionante y divertido que es este nuevo deporte que cada día va obteniendo muchos seguidores y que nos demuestra que a nuestro cuerpo y mente no debemos ponerle limites.