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MIRA CÓMO SE HACE SKYSURF EN MEDIO DE RAYOS Y TORMENTAS

Descubre lo que ocurre cuando el atleta Sean MacCormac se sumerge en el núcleo de una tormenta.
No se hace paracaidismo durante las tormentas porque sería una locura. Aunque Sean MacCormac quiere saltar desde 3 km por encima del centro de Florida con un rayo láser iluminando el cielo, sin saber en qué dirección es seguro ir. Va a por todas, con los pies atados a su tabla, haciendo surf aéreo a más de 210 km/h.

Lo que comenzó a finales de los años 90 como reto a un viejo piloto de la guerra de Vietnam se ha convertido en la aventura más loca y salvaje que MacCormac podría imaginarse. Durante dos décadas, ha evolucionado desde los X Games a ser un especialista de escenas peligrosas en Hollywood, además de entrenar a los militares y realizar proyectos innovadores para la Red Bull Air Force. Pasaron 25 años hasta que se presentó otra vez la oportunidad de hacer skysurf en una tormenta. “Por definición, una experiencia increíble y única, es única porque se trata de una oportunidad nada común”, dice MacCormac.

Hablando con otros atletas de la Red Bull Air Force sobre su experiencia cuando saltó sobre una tormenta siendo muy joven, se fue fraguando la idea de repetir la gesta. Tras más de 25 años de experiencia practicando el skysurf, MacCormac se sentía confiado. Así que se lanzó al proyecto, aunque luego comprobó que cazar una tormenta de rayos era más difícil de lo que recordaba.

“No soy un tipo que crea en la lotería. Mi padre es irlandés y para él la lotería es como un plan de pensiones. Yo no voy a tomar ese riesgo. Para mí el que te pille un rayo es algo aleatorio. No es tan intensivo como tu miedo te hace creer”.

MacCormac ha hecho más de 20.000 saltos, cientos de veces entre las nubes. En 2016 su equipo se reforzó con un piloto para la Cessna Caravan, además de Jon DeVore, un atrevido tipo de la Red Bull Air Force que se gana la vida llegando a los bordes de las nubes. La seguridad era mucho mayor que a mitad de los años 90 gracias a la ayuda de UBIMET, que informa de la meteorología. Lo que ayudó a saber cuándo las condiciones eran óptimas.

“Si estás dispuesto a hacerlo, ¿por qué no? Creo que a pesar de todas las experiencias y aventuras que he tenido, siempre intentas superarlas. No me gusta decir que hemos roto las reglas pero las llevamos al límite, las doblamos bastante”, dice MacCormac.

Admite que es un poco salvaje la idea de hacer skysurf dentro de una nube con carga electroestática: “Si ves mis fotos en esos saltos notarás la intensidad en mi mirada. No estoy dando un paseíto por el parque. Es intenso. Estoy en la tabla, a más de 200 km/h. Descendiendo con la fe de que voy a ser capaz de enhebrar la aguja en ese momento. O que la aguja lo hará ella sola porque todo es completamente aleatorio y no tengo ningún control”.

MacCormac hace surf a través de las nubes buscando un paso seguro. “Saltas sabiendo que vas a través de un campo minado que puede aparecer en cualquier momento”.

El momento más intenso en el centro de Florida fue durante el salto nocturno, con los relámpagos cerca. “Estuvo cerca. No puedes controlar el tiempo. No tienes idea de dónde va a acabar o dónde va a empezar. Hice todo lo contrario de lo que la gente te dice que debes hacer. Por ello fue lo mejor”.

“En una situación tan intensa intento mantener la calma. Es una sensación realmente extraña, estás intentando absorber el momento tanto como sea posible. Había unos colores brillantes magníficos. Si consigues ese momento de entre un millón, en el que el rayo está por ahí, todo se enciende como una bola enorme, como si viajases a otro planeta. Podrías estar en Marte o adonde te lleve tu imaginación”.

Hay una diferencia entre la valentía y el coraje, algo que MacCormac ha descubierto volando a través de las tormentas. “La madre naturaleza es una cosa, una bestia, con la que tú no tienes ninguna relación. Tú eres un observador”.

La intensa vida de MacCormac ha cambiado a través de los años al ir superando él sus propias expectativas. Su carrera como practicante del skysurf está movida por la pasión y su visión de saltar dentro de una tormenta de rayos. “Ese es el factor X, eso es lo que te mueve y hace que lo consigas. Cosas que no parecen posibles, al final son posibles. Se trata de hacer un viaje único, diferente. No tiene que ser una idea molde que sirva para muchas personas. Tienes el potencial para hacer las cosas más locas, para vivir de manera salvaje”.