Quien compre celular por obligación será escaneado Facialmente


reconocimiento facial

Quien compre celular por obligación será escaneado Facialmente

A partir de ahora, quien contrate nuevos servicios de telefonía móvil en China tendrá que pasar por un escaneo facial, una nueva medida que causa polémica en el gigante asiático.

El gobierno dice que con la medida, con la que buscan verificar las identidades de los cientos de millones de usuarios de internet del país, quiere “proteger los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos en el ciberespacio”.

La regulación, anunciada en septiembre, entró en vigor este domingo.

China, que es líder mundial en tecnología de reconocimiento facial, ya usa esta herramienta para encuestar a su población, pero su uso intensivo en todo el país en los últimos años ha generado un intenso debate.

¿En qué consisten las nuevas reglas?

Al suscribirse a contratos nuevos de celulares o de datos móviles, los clientes en China ya tenían que mostrar su tarjeta de identificación nacional (como se requiere en muchos países) y tomarse fotos. Pero ahora, también se les escaneará la cara para verificar que coincida con la identificación provista.

Durante años, China ha estado endureciendo las normas para garantizar que todos los que usan internet lo hagan bajo su identidad real.

En 2017, por ejemplo, nuevas reglas establecieron que las plataformas de internet deberían verificar la identidad de un usuario antes de permitirle publicar contenido en línea.

La nueva regulación para los operadores de telecomunicaciones fue definida por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información como una forma de “fortalecer” este sistema y garantizar que el gobierno pueda identificar a todos los usuarios de celulares.

La mayoría de los usuarios de internet chinos acceden a la web a través de sus teléfonos.

Jeffrey Ding, investigador de inteligencia artificial china en la Universidad de Oxford, dijo que una de las motivaciones de China para deshacerse de los números de teléfono anónimos es aumentar la seguridad cibernética y reducir el fraude en la red.

Pero otra motivación probable, dijo, es rastrear mejor a la población: “Está conectado a un impulso muy centralizado para tratar de vigilar a todos, o esa es, al menos, la ambición”.