Burbujas de agua, un futuro sin botellas de plástico


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Burbujas de agua, un futuro sin botellas de plástico

¡La esfera Ooho! con el líquido elemento está recubierta de una membrana a base de algas, que, además, se puede comer o usar para compostaje.

Un nuevo proyecto sostenible quiere enterrar para siempre la epidemia de las botellas de plástico, un problema para el medio ambiente si no son adecuadamente recicladas. Tres investigadores de la empresa Skipping Rocks Lab, en Londres, llevan desde el 2014 trabajando en el diseño de un envase comestible como alternativa al plástico, que tarda cientos de años en descomponerse en pequeños trozos y otros tantos en desaparecer por completo si van a dar a la mar o fuera de una planta de reciclado (eso si no se los comen antes peces o aves). El futuro de la hidratación podría pasar por las burbujas de agua Ooho!, el ‘packaging’ esférico hecho de una membrana a base de cloro, algas y cacio. El envase contiene un trago de agua y se puede comer o bien usar para compostaje ya que es biodegradable.

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El objetivo de Ooho es proporcionar la comodidad de las botellas de plástico al tiempo que limita el impacto ambiental”, explican los fundadores, Rodrigo García González, Guillaume Couche y Pierre Paslier. Esta idea es crucial en un planeta donde se consumen 1,9 millones de botellas de plástico al día, y donde, por ejemplo, solo en Estados Unidos, cada año se venden 50.000 millones de botellas de agua (aunque solo se reciclan 12.000 millones de ellas). Para producir esa cantidad de plástico se necesitan 17 millones de barriles de petróleo (el crudo que utilizan un millón de automóviles durante ese mismo tiempo).

Teniendo en cuenta estas cifras, y que en muchas zonas del mundo el agua del grifo no es de calidad y tampoco disponen de suficientes plantas de tratamiento de residuos, Skipping Rocks Lab (World Technology Award 2014 y becado por la Unión Europea), se puso a trabajar para producir y comercializar su redondo invento, apto también para toda clase de líquidos, como refrescos y bebidas alcohólicas.


El nuevo envase se basa en la técnica culinaria de la esferificación, la misma que se usa en la alta cocina o para hacer falso caviar, por ejemplo. La membrana esférica se forma al sumergir una bola de hielo en cloruro de calcio y extracto de algas marrones. Esta capa se mantiene con una textura gelatinosa una vez el agua helada se vuelve líquida. El embalaje de Ooho! se puede comer, no tiene sabor, si bien se podrían añadir los gustos que se quisieran. “Es como la cáscara de la fruta. No nos comemos la de una naranja o un plátano. Hemos seguido el mismo ejemplo de la naturaleza con nuestro envase”. Así, se puede ‘pelar’ o bien tragarlo entero.