Correr: ¿es malo para las articulaciones?

Correr: ¿es malo para las articulaciones?

Desde hace ya un tiempo, una nueva especie ha aparecido en la fauna urbana. Se les conoce como runners y los puedes encontrar prácticamente a cualquier hora y en cualquier lugar de la ciudad, aunque es en la salida y la puesta del sol cuando su presencia se hace más notable. La moda e incluso la gastronomía se ha rendido a sus pies (se cuentan por cientos los productos enfocados a esta tribu) y pocos son los que no cuentan con un corredor en su círculo más cercano.

A la par que esta tendencia se hace cada vez más popular se oye una frase que ya es un clásico: “Ya se arrepentirán cuando sean mayores, el cuerpo les pase factura”.

Ahora debemos hacer frente a este problema runner. ¿Realmente las articulaciones se ven perjudicadas si corremos? “Correr es bueno si se hace en buenas condiciones y no se asume como algo crónico. La clave, como todo, es el uso y no el abuso”, afirma el doctor de medicina deportiva de la Clínica Universidad de Navarra, José Calabuig.

El entrenador personal Juan Ruiz López ahonda en esta afirmación: “El impacto de hecho es bueno para regenerar los tejidos y los huesos, son un estímulo que evita que le cuerpo se degenere. El problema viene cuando se sobrepasa la capacidad. No tiene sentido que si no has hecho deporte en tu vida, sometas a tu cuerpo a un estrés alto. Tus tejidos no estarán adaptados y los sobrecargarás. Cuanto más entrenes más preparado estará el cuerpo, aunque esto no quiere decir que no exista un límite”.

Ejemplificamos estas afirmaciones de los expertos con la ayuda del doctor Calabuig: “Si pesamos 70 kilos al correr nuestras articulaciones soportarán un impacto de unos 200 kilogramos”. De ahí que tenga que existir ese límite que comenta Ruiz López: “Siempre se ha dicho que el entrenamiento de fuerza rejuvenece y el de resistencia envejece”, afirma el entrenador.

Una persona con 18 años puede hacer prácticamente lo que quiera porque el cuerpo se regenera de manera muy rápida ”.

Y aquí también interviene la edad. No es lo mismo correr con 18 que con 35 o 60: “Una persona con 18 años puede hacer prácticamente lo que quiera porque el cuerpo se regenera de manera muy rápida. A partir de los 35, que es cuando el cuerpo empieza a envejecer de manera deportiva, tendrá que tener más cuidado ya que comienza el deterioro y cuesta más la recuperación. Porque, además, no sólo podemos lesionarnos la rodilla o el tobillo, las vértebras lumbares, cervicales y dorsales también se pueden ver perjudicadas. Y tenemos que tener muy en cuenta el tiempo, la manera en la que se corre y dónde se hace”, afirma el experto de la Clínica Universidad de Navarra.

CÓMO Y DÓNDE

Esta es una de las cuestiones más importantes a la hora de plantearnos convertirnos en runners. Por una parte, tenemos que saber dónde debemos y no debemos correr. Chema Martínez incidía en este tema cuando nos dio las claves para iniciarnos en el running: “Hay que tener en cuenta que las mejores superficies para correr son la hierba o la tierra (preferiblemente la primera). El tartán (la pista) tampoco está mal, aunque es más recomendable para caminar”. Y la cosa va a peor si la superficie es asfalto, hormigón o montaña.

“Actualmente existe una tendencia que se llama Trail que consiste en salir a correr por el campo o por las afueras de las ciudades”, recuerda Ruiz López. “El terreno es irregular y hay que tener cuidado para no lastimarnos el pie. Además, encontraremos cuestas arriba y cuestas abajo, y estas últimas son muy malas para nuestras articulaciones”.

Y no sólo hay que tener en cuenta el terreno sino también cómo corremos: “Hay que invertir en un buen par de tennis”, incide el doctor Calabuig. “Las marcas buenas han realizado un trabajo excelente proponiendo unos modelos que consiguen una amortiguación perfecta para ayudarnos a la hora de correr. Y otro aspecto que tampoco debemos olvidar es saber correr. Hay mucha gente que no sabe y eso también perjudica a nuestro cuerpo”.

Hay mucha gente que no sabe correr y eso también perjudica a nuestro cuerpo ”
Under Armour, Nike, Adidas o Reebok, por poner cuatro ejemplos, investigan cada vez más en este sentido y nos ofrecen todo tipo de suelas que varían según el terreno en el que vayamos a ejercitarnos o el tipo de ejercicio que realicemos. Y lo mismo con la amortiguación o el peso de la zapatilla. Todo enfocado a asegurar nuestra pisada y limitar al máximo el impacto en nuestro cuerpo.

QUÉ SÍ Y QUÉ NO PODEMOS HACER

Ante todo, tranquilidad. Si eres de los que corren 40 minutos tres veces a la semana a un ritmo normal, no te va a pasar nada aunque sí es cierto que conforme vayas cumpliendo años esta actividad debería costarte más. De hecho, lo más indicado es que la fueras cambiando por otros deportes: “Es algo comprobado que los deportistas, siempre y cuando no caigan en el sedentarismo, la obesidad o el tabaco, mejoran su salud cardiovascular y pueden vivir más años. El problema es que con la edad es mejor decantarse por otro tipo de ejercicios. Es raro ver a un señor de 65 años corriendo, pero sí le veremos en bicicleta o nadando. La carrera es muy dura”, recuerda el doctor Calabuig.

Juan Ruiz López coincide con el doctor Calabuig y añade: “Además del Trail, la maratón o los saltos tampoco son recomendables”.

Ya saben runners sí, pero con cabeza.