La sal escondida está dañando su salud

Por-que-tenemos-antojos-de-alimentos-salados-1

La sal escondida está dañando su salud

Un almuerzo convencional de sopa y sándwich puede parecer una comida sana. Sin embargo, el pan, las carnes frías o fiambres y la sopa, pueden contener una sustancia que implicaría un impacto negativo en su bienestar físico general: la sal.

“Incluso las comidas aparentemente sanas como el sándwich de pavo con acompañante de requesón pueden contener altos niveles de sal, sin siquiera tener sabor salado”, afirma el Dr. John Meigs, Jr., MD, presidente de la Academia de Médicos de Familia de los Estados Unidos (American Academy of Family Physicians).

Meigs añade que uno de los grandes errores que cometemos es asumir que, si no se echa sal con un salero, los niveles de sodio de las comidas están bajo control. Pero lo cierto es que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) estiman que el 77 por ciento de la sal que los estadounidenses ingieren proviene de alimentos procesados y comidas en restaurantes, en comparación con el 6 por ciento procedente del salero en la mesa, y el 5 por ciento que se añade durante la cocción casera.
Según los CDC, los 10 alimentos principales que contribuyen a una significativa cantidad de sal que consumen los estadounidenses son:

  1. Panes y panecillos
  2. Carnes frías y curadas (por ejemplo, jamón o pavo de la charcutería o empacado)
  3. Pizzas
  4. Aves frescas y procesadas
  5. Sopas
  6. Sándwiches como las hamburguesas con queso
  7. Quesos
  8. Platos con pasta (excepto los macarrones con queso)
  9. Platos con carnes mezcladas como el rollo de carne con salsa de tomate
  10. Merienda como las patatas fritas, pretzels y palomitas de maíz.

comidas-saladas-para-tener-cuidado

Por supuesto, la sal es necesaria para el buen funcionamiento del organismo, pero ingerir más de lo normal puede provocar hipertensión, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares. Los CDC aconsejan que la mayoría de las personas debería limitar la ingestión total de sal a 2,300 miligramos al día, o menos.
“En cada cucharadita de sal de mesa hay 2,300 miligramos de sodio (nombre que se le da a la sal en términos químicos)”, explica el Dr. Meigs. “Es un verdadero reto reducir la ingestión de sal, incluso en personas altamente motivadas a hacerlo”.

El Dr. Meigs ofrece algunas estrategias fáciles para disminuir la ingestión de sal y tomar el control de su nutrición:

Estar al tanto de sus indicadores de salud

Hable con su médico sobre su presión arterial, niveles de colesterol, historia clínica familiar y formas de evitar problemas cardiacos antes de que aparezcan.

Leer las etiquetas de nutrición

Solo necesita unos pocos segundos para leer las etiquetas de nutrición y determinar qué componentes del alimento que va a adquirir tienen altas cantidades de sodio. En ocasiones esa información está incluso impresa en la parte frontal del envase.

Tenga en cuenta que, a menudo, marcas diferentes del mismo alimento contienen diversos niveles de sal. Por ejemplo, una rebanada de pan blanco puede contener entre 80 y 230 miligramos de sal. Los niveles de sal que contiene una lata de sopa de pollo con fideos pueden variar entre 100 a 900 miligramos por ración.

Informarse antes de comer en un restaurante

Comer en restaurantes puede ser una delicia sana con un poco de esfuerzo proactivo. Si el menú no contiene información de nutrición, haga su propia investigación anticipada visitando el sitio web del restaurante. Le sorprenderá enterarse de que platos considerados como “comidas ligeras o sanas” tienen con frecuencia un alto contenido de sal.

Optar por alimentos enteros

Independientemente de que coma en casa o en un restaurante, llenar su plato con alimentos enteros— en su estado natural o lo más cerca posible del mismo— le ayudará a disminuir los niveles de sodio. Los alimentos frescos no procesados con alto contenido de fibra son idóneos, como, por ejemplo, frutas y vegetales frescos, carnes sin grasa y granos enteros.

Preparar su comida en casa

Es más fácil regular el consumo de sal preparando su comida en casa. Al hacerlo, no solo puede seleccionar ingredientes sanos y llenar su plato con alimentos enteros. También puede controlar la sal que le añade a los platos manipulando recetas e incluyendo alternativas para dar más sabor, como hierbas frescas.

pareja-cocinando


Tecnoestres

La tecnología te está dañando: ¿como combatir el tecnoestrés?

¿Te sientes irritable? ¿Te duele la cabeza? ¿Tienes problemas para conciliar el sueño?
Estamos de acuerdo de que tu último smartphone es una maravilla, la cumbre de la tecnología en la materia, y es comprensible que quieres aprovechar cada segundo de tu existencia para usarlo. Mal que mal, te costó más de la mitad de tu sueldo en cómodas 32 cuotas.

Sin embargo, si estás sintiendo esos síntomas es hora de parar. Probablemente, estás siendo víctima del tecnoestrés. El concepto fue acuñado por Craig Brod, psiquiatra norteamericano autor de “Technostress: The Human Cost of the Computer Revolution”. En 1994, Brod definió este trastorno como “una enfermedad de adaptación causada por la falta de habilidad para tratar con las nuevas tecnologías del ordenador de manera saludable”.

De acuerdo a un estudio realizado por Intel que fue dado a conocer en estos días, 1 de cada 3 usuarios sufre de este problema derivado del uso de la tecnología. Y es un problema tan simple como dañino: las personas que trabajan y se divierten utilizando tecnología comienzan a tener problemas para dormir, cefaleas, están constantemente irritables, tienen dolores musculares, trastornos digestivos. Y por extensión, problemas de ausentismo laboral y rechazo al uso de las Tecnologías de Información Computacional.

¿Cómo lo combatimos?

Combatirlo

No es fácil, si consideramos que los dispositivos móviles han invadido nuestra vida cotidiana y llevamos el trabajo (y sus problemas) en nuestro bolsillo, estamos expuestos constantemente a estar revisando los mensajes. Ni hablar de nuestros felices amigos, que están susurrándonos en la oreja a través de Facebook o Twitter.

La forma de lidiar con este mal moderno es ponerle límites al uso de la tecnología. Pon estos consejos en práctica:

• Por cada una hora que trabajes, descansa 10 minutos: Aléjate de los computadores, tablets y smartphones. Ve a prepararte o comprar un café, aprovecha de hacer un trámite, anda al baño. La idea es que durante esos 10 minutos no te acerques ni a una Vendomática.

• Para un rato con el chateo y el email: Salte de esos grupos de WhatsApp que no te dejan en paz. Quizás tus amigos no tienen problemas con estar perdiendo el tiempo conversando a cada rato chat, pero a ti te está haciendo daño. Lo mismo con el correo: nadie se va a morir si no respondes un email apenas llega.

• Escribe a mano: Esos objetos tan vintage que están en tu casa se llaman lápices y bolígrafos. Quizás no te acuerdes, pero hubo un tiempo que fue hermoso en que tenías que usarlos para escribir “mi mamá me mima” o engrupir en una prueba en la que no estudiaste. La próxima vez que hagas la lista del supermercado, que debas anotar un recordatorio, evita el Evernote, el Word O las notas en tu smartphone y escribe en un papel.

• Intercambia trabajo sentado con trabajo de pie: Lo hemos dicho antes, pero lo repetimos. Trabajar sentado es el nuevo cigarrillo, provoca daños importantes en la salud ya que es el cómplice principal de nuestro sedentarismo. Cada cierto rato, párate y ve a hacer actividades que requieran estar de pie. Toma tu computador y llévalo a la cafetería de la oficina, donde están esas mesas altas, y dedícale un rato a trabajar de pie.

• Evita malas posturas corporales: no te acuestes en la silla, te hace muy mal. Siéntate con la espalda apoyada en un respaldo rígido o semirrígido.

Antes de dormir, nada de teléfono: Si no alcanzaste a ver el noticiero, no importa. Si no respondiste ese mensaje en Facebook, tampoco importa. Si te vas a dormir, deja todos los gadgets de lado y relájate por unos minutos. Si usas el smartphone como despertador, pon la hora y listo: evita la tentación de ver el periodico online o de ponerte a chatear. Es tarde y mañana tienes otro día más para informarte y socializar.