La disciplina deportiva detrás del póker
Muchas de las grandes figuras proceden del deporte, del que han incorporado una rutina de esfuerzo. Otros sacan partido de las técnicas aprendidas sobre el tapete para su desarrollo profesional fuera del casinoConstancia, preparación y competitividad son clave en la formación del profesional del popular juego de cartas.
El póker no solo ha conseguido, en la última década, despojarse de los estigmas que le han perseguido durante años, sobre todo en España, de juego rodeado de alcohol y tabaco. También ha ido ganando adeptos hasta el punto de ser uno de los juegos con mayor número de seguidores en todo el mundo, con una legión de fans entre los que se encuentran muchas caras famosas. No es solo una partida de cartas. Hay mucho más detrás que hace que este juego se haya convertido casi en un deporte. Constancia, sacrificio, estudio, estrategia… son solo algunos de los requisitos que debe reunir un buen jugador de póker. Lo afirman quienes han llegado alto. Muchos de ellos aterrizaron en el póker tras una carrera como deportistas profesionales. Otros saben sacar partido a las técnicas aprendidas sobre el tapete para aplicarlas en su vida personal y profesional fuera del casino.
Fátima Moreira de Melo es una de las más conocidas jugadoras de hockey sobre hierba en Holanda. Durante su carrera profesional formó parte del equipo nacional con el que se hizo con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008. Campeona del mundo en 2006 y Trofeo de Campeones en 2007, es además modelo de una marca de bisutería, y presentadora de televisión. Desde hace tiempo es integrante del equipo Pokerstars SportStars, convirtiéndose en una de las caras habituales de la escena del póker europeo. «Si hay algo que tomé de la práctica del hockey para incorporarla al póker es la discipina y la responsabilidad», explica durante su participación en la parada que Pokerstars hace en Marbella esta semana. «La base es la pasión. Hay muchos aspectos del póker que la gente en general no sabe, pero hay mucho entrenamiento detrás, mucho estudio y mucha preparación. No es solo conocerte a tí. Debes conocer al contrario. Hay que mejorar siempre, en todos los aspectos, cada día un poquito, como en el tenis, como dice (Rafa) Nadal. Si pones el foco en eso, puedes seguir».
¿Se puede vivir del póker? «Sí». La respuesta de Juan Carlos Vecino es tan concisa como contundente. Tiene 20 años. Comenzó a jugar póker ‘on line’ con 18, cuando quiso emular a su padre, aficionado al juego de cartas «con partidas gratuitas en su tablet».
En solo dos años este malagueño ha conseguido escalar a lo más alto y su nombre suele figurar en los listados de ganadores de los grandes torneos. No ha querido perderse el festival en Marbella, pero reconoce que lo suyo es el juego ‘on line’. De hecho desde hace tiempo vive en Malta. «En España la ley es muy restrictiva con el juego ‘on line’, por ejemplo, hay un mercado cerrado en el que solo podemos jugar los españoles, no puedes jugar con gente de fuera».
El secreto para llegar lejos subraya, no es tal. «Es constancia, es dedicarle muchas horas. No es solo jugar, hay un trabajo importante fuera de las mesas». Reconoce que esa habilidad adquirida con cada mano de cartas le sirve en todas y cada una de las facetas de su vida».
Aprender, ver, estudiar
Una constancia que Isidro ‘Yiyi’ Barreña, ganador del Estrellas PókerTour United Kingdom and Ireland en 2015, aplica en su trabajo profesional como fotógrafo en Torre del Mar. A punto de hacer las maletas para poner rumbo a Las Vegas, reconoce que se inició en el póker «cuando llegó la moda a España hace seis años o así». «No soy jugador profesional, pero lo primero para empezar en esto es aprender, leer sobre el tema, ver vídeos de manos, coger conocimiento, y mucha constancia. Todo ello, junto a la práctica, te hace ir mejorando y ver tus fallos».
Hombres, de entre 20 y 35 años, con formación intelectual, ocupa a día de hoy el perfil estandar del jugador de póker. Poca mujer en la sala. «Cada vez más», insisten desde la organización.
Fuente: Diariosur.