¿TIENE ALGÚN ROL LO “SOBRENATURAL” EN EL POKER?

¿TIENE ALGÚN ROL LO “SOBRENATURAL” EN EL POKER?

Existen varios sentidos internos. El más común es, seguramente, el menos común: el sentido común. Es el que distingue y reúne los datos de los otros y los tamiza en un proceso de lógica.

Los otros sensores son más difíciles de explicar y, por eso, muchos los denominan para o sobrenaturales.

Se trata de las denominadas percepciones extrasensoriales, un conjunto de poderes psíquicos que permiten captar sucesos mediante mecanismos aún no suficientemente descifrados.

Los dos ejemplos más conocidos son la telepatía y la precognición, pero se conocen un sinnúmero más, quizás menos tratados como el “viaje en sueños” o la xenoglosia.

Una lista incompleta puede integrarse con la postcognosciencia (la capacidad de conocer espontáneamente el pasado), la pantomnesia, hipermnesia o la criptomnesia, que es la habilidad de memorizar y recordar los sucesos y vivencias que ocurren en nuestro entorno, incluyendo los hechos conscientes, subconscientes por vías sensoriales o los estímulos subliminales.

A todos ellos se suman la clarividencia, mediante la cual algunos divisan cosas lejanas o no perceptibles por el ojo humano y la astrología, elevada a nivel de ciencia en algunos ámbitos.

Como se ve, hay innumerables formas de ver y, pese a ello, algunos nunca la ven.
Por ende, si el horóscopo le dice que hoy no es propicio jugar, no lo haga.

¿Cómo influye, entonces, la actitud del individuo respecto de sus percepciones? La respuesta es categórica: de una manera directa.

Si una persona es negativa, su percepción de las cosas será inexorablemente negativa.
Podrá estar frente a maravillas, pero él solo verá desilusiones. Si su disposición es positiva, podrá estar frente a grandes problemas, pero siempre encontrará una solución o, cuanto menos, una óptica que le permita vislumbrar salidas.