¿Sabías que Cómo aprendemos las cosas da forma a nuestra memoria?

¿Sabías que Cómo aprendemos las cosas da forma a nuestra memoria?

¿Sabías que Cómo aprendemos las cosas da forma a nuestra memoria?

Los humanos están constantemente aprendiendo cosas nuevas. Esta habilidad nos ayuda a crecer y adaptarnos a nuevas situaciones diariamente. Pero un nuevo estudio sugiere que los diferentes mecanismos de aprendizaje realmente dan forma a la forma en que el cerebro almacena los recuerdos.

Como humanos, no solo hemos sobrevivido, sino que hemos prosperado a lo largo del tiempo gracias a nuestra capacidad de aprender y adaptarnos a nuevas situaciones.

El aprendizaje en sí mismo es un proceso complejo, y existen diferentes tipos de mecanismos de aprendizaje a través de los cuales el cerebro almacena nueva información y actualiza información antigua.

En términos generales, hay dos formas de aprendizaje que los humanos usan para adquirir nueva información a largo plazo.

Uno es por asociación o por experiencia. Esto es cuando aprendemos cosas nuevas por cierto, solo porque nos topamos con ellas o porque estamos en un nuevo entorno en el que estamos aprendiendo a navegar poco a poco.

El otro es aprender por refuerzo. Esto es cuando decidimos aprender información nueva, cuando tomamos un curso de idiomas, por ejemplo.

Un nuevo estudio realizado por investigadores del Departamento de Psicología Experimental, el Centro Wellcome para Neuroimagen Integrativa y el Departamento de Neurociencias Clínicas de Nuffield, todos en Oxford, Reino Unido, indica que los diferentes mecanismos de aprendizaje tienen enlaces a memorias almacenadas en diferentes partes del cerebro.

Los investigadores agregan que no solo almacenamos información de manera diferente según cómo la obtengamos, sino que puede ser más o menos fácil para nosotros perder o cambiar esta información por la misma razón.

Las implicaciones de los hallazgos actuales

Para este estudio, el equipo de investigación reclutó a 27 participantes de entre 19 y 35 años y utilizó los datos de 26 de estos participantes para el análisis.

Los participantes acordaron participar en escáneres de resonancia magnética mientras completaban tareas de aprendizaje que ofrecían una recompensa. Durante la resonancia magnética, los investigadores prestaron atención a cualquier cambio que tenga lugar en las regiones del cerebro asociadas con el aprendizaje.

Después de estas observaciones, los investigadores encontraron que diferentes modos de aprendizaje, incidental versus orientado a objetivos, activaban diferentes vías neuronales en los cerebros de los participantes.

“Sabemos que los humanos pueden aprender de diferentes maneras”, dice la primera autora Miriam Klein-Flügge. “A veces aprendemos simplemente observando las relaciones en el mundo, como aprender el diseño de una nueva ciudad o las relaciones entre las personas”, agrega.

“Pero otra forma de aprender es estableciendo metas particulares, como que los niños aprendan a manejar juguetes por prueba y error”.

Klein-Flügge continúa: “Esta investigación muestra que tenemos múltiples redes en el cerebro que nos ayudan a almacenar conocimientos o asociaciones aprendidas, lo que significa que el daño a una parte del cerebro seguirá dejando mecanismos alternativos disponibles para el aprendizaje”.

Los investigadores también explican que los hallazgos indican que el cerebro puede almacenar la información aprendida a través del refuerzo durante mucho tiempo, mientras que otros tipos de información permanecen más disponibles para actualizaciones.

“También aprendimos que parte de este conocimiento es muy persistente, y el cerebro no lo olvida incluso cuando se vuelve irrelevante, mientras que el conocimiento adquirido a través de un mecanismo de aprendizaje alternativo es más flexible y puede cambiarse más fácilmente a nuevo conocimiento”, señala Klein-Flügge.

Cuando se trata de desaprender u olvidar información, los investigadores también señalan que la información adquirida incidentalmente a través de asociaciones es más fácil de descartar que la información adquirida a través del aprendizaje orientado a objetivos.

“Es bien sabido que es bueno para nuestros cerebros continuar aprendiendo cosas nuevas a lo largo de la vida, por lo que comprender las diferentes formas en que aprendemos y almacenamos conocimiento podría ser beneficioso y ayudarnos a cada uno de nosotros a descubrir qué forma de aprender nos queda mejor “.

Miriam Klein-Flugge