Barotraumatismo, un problema en los oídos muy típico en época de invierno

Barotraumatismo

Barotraumatismo, un problema en los oídos muy típico en época de invierno

Considerada como una patología originada por los cambios de presión, ya sea en el aire o en el agua, lo que ocasiona el taponamiento de nuestros oídos y suele aparecer durante los meses de verano.

Muchos hemos sufrido dolor de oídos en verano. ¿Los dos principales culpables? Los baños en el mar, en la piscina, los viajes en avión, etc… En ambos casos, las molestias se deben al cambio de presión, ya sea por la acción del agua durante los baños o por la subida de altitud en el transcurso del despegue del avión.

¿Por qué sucede?

Sin duda, el más común de todos y con el que casi todo el mundo estará más familiarizado es con el caso de los cambios bruscos de altitud. Se suele producir volando en avión o practicando buceo y se caracteriza por sentir una fuerte presión, dolor de oídos, sensación de taponamiento, pérdida de audición momentánea e incluso mareo son algunos de los síntomas más habituales. Si, además, un resfriado o una alergia nos producen congestión nasal, los síntomas pueden verse agravados.

En algunos casos, en los que el barotrauma se prolonga de forma importante, pueden darse otros síntomas como el sangrado nasal y de oídos, dolor intenso y agudo, pérdida importante de audición y mareos importantes.

Sin embargo, como explicábamos antes, las situaciones más habituales son todas aquellas que impliquen cambios bruscos de altitud, obstrucción de la Trompa de Eustaquio, congestión nasal (producida por catarros, sinusitis…) o inflamación de la garganta.

Cómo evitarlo

Como en casi todo, es mejor prevenir que curar y hay una serie de precauciones que podemos tomar y que nos ayudarán a reducir considerablemente las posibilidades de sufrir está dolorosa lesión:

La maniobra de Valsalva: Los buceadores conocen bien esta opción. Básicamente se trata de taparse bien la nariz con los dedos, cerrar la boca y tratar de soltar el aire con fuerza. “Esto”, explica Saga, “provoca que la trompa de Eustaquio se abra y se compense la presión.”

Descongestivos nasales: Media hora antes del despegue del avión y media hora antes del aterrizaje (momentos en los que se suelen producir los barotraumas) aplicar un spray nasal antiinflamatorio, “lo que hará que los conductos que unen los senos paranasales y el oído medio se desbloqueen. “

Bostezar: Uno de los remedos más conocidos. Al provocar el bostezo, activamos los músculos que abren la trompa de Eustaquio.

Masticar chicle: Otro de los remedios más populares. Cuando mascamos chicle, el movimiento que realizamos facilita la compensación de la presión. “Tragar algún líquido o alimento produce el mismo efecto”, puntualiza el experto.

No dormir durante el despegue y el aterrizaje, ya que evitaría que pudiéramos realizar estas técnicas.

Si es posible, evita volar en caso de que tengas un resfriado, sinusitis, otitis o te has sometido a una cirugía de oído. Siempre es útil consultar al especialista para evaluar sobre el terreno si en tu caso es seguro viajar.

Finalmente, “En algunos centros de cirugía nasal avanzada, como en el caso de Policlínica Gipuzkoa – Grupo Quirónsalud,” subraya el Dr. Saga, “se aplican sistemas que abren la trompa de Eustaquio mediante balones de presión que resuelven el problema de los pacientes con barotraumas recurrentes. Es lo que llamamos tuboplastia con balón.”