Cinco películas sobre el póker
Para muchos, el poker ha sido como el béisbol o el fútbol americano: indescifrable. Por eso, más allá de la evidente jugada llamada como el juego mismo cuatro ases, más una carta cualquiera somos muchos los que quedamos perplejos cuando un jugador de poker, en una película, despliega una mano ganadora. Vemos a la “audiencia” de la jugada reaccionar con suspiros y exclamaciones, pero no entendemos nada. Sabemos que algo importante pasó, pero no exactamente qué.
Eso no quita que el cine haya sabido sacarle provecho dramático a este juego. Aunque no se sepa la diferencia entre una escalera real y una común, sí se pueden descifrar las opacas miradas de la derrota, o las sonrisas brillantes de la victoria. Acá, cinco escenas de jugadas decisivas.
Casino Royale (2006, Martin Campbell)
James Bond, en esta película, no le gana al villano pegándole o con las armas. Lo hace con la jugada “Straigh flush”, que supera la jugada “Full house” de Le Chiffre (Mads Mikklesen), quien no lo puede creer.
Maverick (1994, Richard Donner)
Entre una “Straigth Flush” (la de Alfred Molina) y una “Royal Flush” (la de Mel Gibson), gana la segunda, que por algo lleva la denominación asociada a la realeza. Molina no se lo toma de buena manera.
La última jugada (1998, John Dahl)
De las películas que los neófitos agradecemos, porque se nos explica paso a paso la filosofía y los procedimientos del juego. Esta película popularizó la variante del poker llamada “Texas Hold’Em”. Y fue una de las peores actuaciones de John Malkovich en su carrera: espantosa.
Juegos, trampas y dos armas humeantes (1998, Guy Ritchie)
La cosa empieza bastante bien para el protagonista. Arranca con Fortuna sonriéndole, como se puede ver en esta secuencia. Pero todo cambia pronto. En realidad, se trata de un juego llamado “3 Card Brag”, uno de los juegos que anteceden al poker.
All in: The Poker Movie (2009, Douglas Tirola)
Documental que explora la pasión por este juego en Estados Unidos. Y el dinero que mueve.
